El círculo rojo
- Bueno, señora Warren, no veo que tenga ningún motivo especial para estar intranquila, ni comprendo por qué yo, puesto que mí tiempo tiene cierto valor, debería intervenir en el asunto. La verdad es que tengo otras cosas en que ocuparme. -Así dijo Sherlock Holmes, y volvió al gran libro de apuntes en que ordenaba y clasificaba algún material reciente.
Pero la patrona era tan pertinaz y astuta como puede serlo una mujer. Mantuvo firmemente sus posiciones.
- Usted arregló un asunto de un huésped mío el año pasado -dijo-, el señor Fairdale Hobbs.
- Ah, sí; un asunto muy sencillo.
- Pero él no hace más que hablar de eso, de su amabilidad, señor Holmes, y del modo en que hizo luz en las tinieblas. Recordé sus palabras cuando yo misma me encontré entre brumas y dudas. Sé que usted podría si quisiera.[...]
Arthur Conan Doyle - Артур Конан Дойл - آرثر كونان دويل